Cómo armonizar el color
Bastante a menudo recibo mensajes de estudiantes, aficionados o ya pintores más avanzados que me preguntan sobre temas relativos a la pintura. Muchas veces sus dudas y preguntas son mis propias dudas y me llevan a reflexiones que siempre son enriquecedoras y me ayudan a mi mismo a profundizar en diversos temas. Os paso un breve diálogo en el que uno de mis seguidores me consulta algunas dudas y mi respuesta a continuación:
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Hola Guillermo,
He leído inmediatamente tu blog (Se refiere a mi post Pintar con colores acrílicos) y por supuesto, leeré los libros recomendados. El de Betty Edwards, hace tiempo, no lo leí, lo estudié e hice todos sus ejercicios. Tengo bastante conocimiento (creo) teórico, pero, en la práctica, después de observar las obras de pintores como tú y Manel Anoro, dos artistas a los que sigo y quisiera pintar con vuestra técnica, sin pretender ser presuntuoso, ya que se, se requiere de muchísimo trabajo y dedicación. Mi mayor obstáculo en la actualidad viene dado por lo siguiente: Sabiendo que para que exista armonía cromática como por ejemplo la de colores análogos, que permite la selección de colores que por su color o matiz van a armonizar, pero que así mismo, debería existir un color dominante, un color de transición y un complementario: ¿cómo decidís qué colores van a participar en una obra? ¿Cómo los repartís en o que reglas seguís para ubicarlos equilibradamente en la obra?. Es en este tipo de preguntas en las que me encuentro perdido. Guillermo: Perdona mi atrevimiento al hacerte tantas preguntas, y te ruego me sigas ayudando.
Recibe un cordial saludo,
Arturo
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Hola Arturo,
Ciertamente la manera sobre cómo armonizar el color y no errar es jugar con una gama análoga, es decir que se encuentre cercana en el círculo cromático, pero cuando uno se mete con los complementarios y colores más puros la cosa cambia y aquí sí que hay que ir con cuidado para no crear una combinación disonante que haga daño a la vista. Si has leído mi post Van Gogh nos da una solución: mezclando uno de los dos colores en proporciones diferentes ese color podrá combinar bien con el tono dominante en estado puro. ¡Ah! Y una buena composición de los elementos del cuadro es muy importante, que los “pesos” estén bien equilibrados. Pero si te voy a ser sincero yo no me atengo mucho a las teorías del color, voy pintando y la intuición me va guiando; en cuanto hay una combinación que no funciona lo veo y pruebo otra. Sí que hay que usar una gama que no sea disonante, una gama que esté repartida por el cuadro creando esa atmósfera plástica que en cierta manera se asemeja a la armonía de la propia naturaleza extrapolada a esa plástica que te comento. Creo que es como el músico que va componiendo su melodía con las notas musicales, largas, cortas, los silencios, los sostenidos… y una nota le lleva a la otra porque en su interior «suena» bien. Si el pintor (o el músico) estuviese muy obsesionado con las reglas perdería esa espontaneidad, esa magia y arrebato interior que es en esencia la cualidad que hará que su trabajo sea único, creativo y expresivo. En definitiva, esa sensibilidad, ese «no pensar» del que habla August Macke también en el post que te he pasado. (ver entrada) Poco más puedo decirte, pinta, pinta y pinta y tu propia sensibilidad, única, será la que te guíe. Obviamente observa mucha pintura y también todos esos libros que te comento pueden ser de gran ayuda pues estos grandes maestros sabían comunicar muy bien su saber. Espero pueda servirte de algo.
Un saludo
Guillermo