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Artes plásticas en televisión

Siempre he intentado comprender las razones por las cuales las artes plásticas en general son un tema ignorado y carecen del apoyo que se merecen por parte de las cadenas de televisión, tanto públicas como privadas.
 
Si partimos de la suposición de que el arte, siempre refiriéndome al arte de calidad, es una necesidad interior del ser humano, que ya desde la más remota antigüedad nuestros antepasados más ancestrales, ignorantes y casi primates, lo utilizaban como fuente de satisfacción visual e incluso con fines espirituales, ¿cómo es que en esta sociedad, avanzada y en teoría culturizada, el arte ha quedado relegado únicamente al deleite de unos cuantos? ¿Qué ha pasado con esta cualidad innata que nos diferencia de las otras especies del planeta? ¿Esta falta de atención hacia el arte no será el resultado de una sociedad cada vez más materialista?
 
Varias son las causas, en mi opinión, de este olvido generalizado por parte de nuestra sociedad: una publicidad de consumo masificado que desvía la atención hacia productos que responden más al deseo de aparentar que a una verdadera necesidad; la continua aparición en el mercado de nuevos productos informáticos y de alta tecnológia (ordenadores, televisores de plasma, fotografía digital, tablets, etc.,), que acaparan el mercado restando poder adquisitivo hacia otros sectores como es el mercado del arte; las nuevas técnicas de reproducción digital de obras de arte a precios muy bajos; el gran incremento del coste de la vida y de la vivienda que nos ata de por vida a hipotecas, haciéndonos llevar una existencia económicamente dependiente.
 
Otra causa que a mi entender podría generar este olvido es el exceso de libertinaje y de injurias que el arte ha recibido en las últimas décadas, una proliferación desmesurada y continuada de «ocurrencias», que  muchos «artistas» y sus colaboradores (comisarios, galeristas, críticos, etc.,) han llevado a su extremo máximo; propuestas «artísticas» que han desconcertado y disgustado al hipotético aficionado al arte que no comprende y contempla con desconcierto , motivos por los cuales se aleja de las galerías y por tanto del arte y de su adquisición. Pero la causa más dañina de todas es, a mi entender, la ignorancia y el desconocimiento que sobre el arte tienen esta sociedad que nos ha tocado vivir; y es aquí donde podría entrar en juego la televisión, este monstruo mediático que con su poder de captación podría obrar el milagro de hacer llegar al gran público este maravilloso don que posee el ser humano: el don de la creación artística.
 
Si examinamos con atención la programación de algunos canales de televisión más selectivos, ya no menciono a los que sólo emiten televisión basura, encontramos algunos programas (lamentablemente muy pocos) dedicados a algunas vertientes artísticas, como el cine, el teatro, la música y la literatura; encontramos otros muchos de entretenimiento, tipo magazine, en los que se realizan entrevistas a políticos, actores, músicos y muy frecuentente a personajes que en general carecen de cualquier tipo de interés, pero sorprendentemente casi nunca se realiza una entrevista a un artista plástico. No existe, que yo sepa, ningún programa dedicado a las artes plásticas, un espacio, aunque sea semanal, dedicado a hablar de arte, a conocer la vida de los grandes artistas de la historia de la pintura, que haga un recorrido por las diferentes galerías de arte y un seguimiento de las exposiciones que se realizan en nuestro país, que entreviste a los artistas adentrándose en sus talleres y dé a conocer su manera de pensar y trabajar; en definitiva, un programa que motíve al público a conocer y valorar este arte casi desconocido. Obviamente, realizar un programa atractivo al público sería trabajo de los creativos y realizadores de televisión, pues son ellos los profesionales que, asesorados por personas que conozcan el mundo de las artes plásticas, tendrían que hacer llegar de manera amena al espectador cualquier iniciativa que se proponga.
 
Si la televisión es una “herramienta” ante todo visual ¿porqué no utilizarla en beneficio del arte más visual de todos? Los directivos de televisión podrían objetar que un programa sobre arte no tiene suficiente audiencia, que no vende y por tanto no es rentable. Sin embargo considero que una televisión pública, que pagamos con el dinero de todos, tiene la obligación moral y educativa de divulgar algo tan importante como son las artes plásticas, además estoy seguro de que con el tiempo podría tener una buena aceptación de público; si al ser humano se le enseña aprende y tiene entonces la posibilidad de amar y disfrutar de aquello que desconocía. En cualquier caso hay un gran sector de público que aceptaría de buen grado programas sobre artes plásticas, ¿acaso no se venden por millares los libros de arte en las librerías? ¿Y los fascículos o manuales sobre arte y técnicas para aprender a pintar? Es evidente que una buena promoción podría generar una afición mucho mayor que la que existe actualmente. Y ésta es una manera de potenciar la cultura y mejorar así la escala de valores.
 
Por poner un ejemplo de promoción, he observado que en los últimos años ha habido un auténtico “boom” con respecto a los programas de cocina y al “arte” culinario en general. En la mayoría de los canales existe algún programa de cocina; sus protagonistas se han vuelto personajes mediáticos y famosos que cada dos por tres son entrevistados o incorporados en las noticias de los magazines o incluso en los informativos. Lo mismo ocurre con la moda; que los modistos y sus modelos estén hasta en la sopa es la cosa más habitual actualmente. ¿Y porqué tienen una buena audiencia estos programas? Pues muy fácil, se les hace una buena promoción en la televisión.
 
Admito que toda esta temática tenga su espacio, que existan programas de entretenimiento, que el deporte y el fútbol en especial, con sus endiosados futbolistas, ocupen una amplia franja de la programación televisiva, incluso acepto que hayan programas del corazón en los que sus contertulios se despedacen unos a otros, por suerte podemos elegir lo que queremos ver, pero me parece vergonzoso que apenas existan opciones con un contenido más sustancioso y que no se dé cabida a otras alternativas como serían los programas sobre artes plásticas.
 
¡Cuanto podría hacer la televisión por el arte! Podría enseñar que una buena obra de arte puede ser gozada sin necesidad de comprarla, simplemente visitando las galerías de arte y los museos; podría dar a conocer a muchos buenos artistas que venden sus obras a precios razonables, y que, aunque parezca peyorativo, incluso algunas galerías de arte ofrecen cómodos plazos como si se tratase de un electrodoméstico; y como valor añadido, más materialista, siempre existe la posibilidad de que un día esta obra de arte se revalorice y sea una buena inversión. Pero lo más importante es que un buen programa de televisión podría enseñar que una buena obra de arte es mucho más que su valor material; una buena obra de arte es única e irrepetible; a través de ella se puede acceder a una parte más espiritual de ser humano; no se usa una vez y se tira, como la mayoría de los productos de consumo actuales, sino que puede ser transmitida de padres a hijos; no caduca ni envejece, sino que muestra a través de sus armonías el momento anímico y la sensibilidad de un artista de su tiempo; y lo más importante, la televisión podría enseñar que el arte nos hace disfrutar con intensidad como lo hace el cine, la literatura o la música.
 
No es mi intención, obviamente, que todo el peso de enseñar a amar el arte recaiga en la televisión. Es evidente que desde las escuelas se podría realizar una gran labor, potenciando de una manera atractiva la asignatura de arte. El niño, desde su más tierna infancia dibuja con mucho mayor entusiasmo que cuando es adulto, como si fuese una necesidad innata; cuando llega a adulto deja de hacerlo, seguramente porque tiene miedo a hacerlo mal y porque ve a su alrededor poco apoyo en este sentido, incluyendo la televisión que él ve en exceso y que poco prodiga el arte.
 
Dirán que soy un soñador, que mi realidad no es la realidad de todos, que amo el arte y que pretendo que todos lo amen, quizás sea cierto, pero puedo asegurar que todos saldríamos cultural y anímicamente beneficiados, si este gran comunicador mediático que es la televisión pusiese en marcha alguna de estas sugerencias.

 

9 Comments

  1. Francisco

    Pues sí, creo que es una mezcla de desconocimiento, incultura, especulación y esnobismo. Ocurre con el arte, la música, los libros y con la cultura en general.

  2. aurore

    Para empezar de manera un poco provocativa voy a darte la contraria con una experiencia vivida en otro pais…En Francia, existe un canal de television franco-aleman que se llama precisamente Arte* (Asociacion Relativa a la Television Europea) desde 1992. Este canal difusó de 2007 a 2018 un programa titulado «Grand Art» presentado por Hector Olback – https://fr.wikipedia.org/wiki/Hector_Obalk – (26 mn cada episodio). El proposito era dar a conocer, explicar o mejor dicho acompañar a mirar, descubrir, entender y gozar del arte.
    Ahora bien este tipo de programa emitido por televisiones europeas se limita a una audiencia restringida y ya preparada culturalmente,
    El sistema en el que evolucionamos no tiende a democratizar el arte ni la cultura. Al contrario, la economia liberal necesita que las masas sean cada vez mas incultas para poder imponerles sus productos y su propia «estetica» (tatuajes, cirurgia, selfies, etc). Nuestro deber como ser humano consciente, ciudadano, «homo sapiens» dotado de la riqueza que nos han transmitido nuestros padres y nuestros profesores es dar a conocer en nuestro entorno immediato lo que modestamente sabemos y apreciamos. Tambien es nuestro deber sostener y ayudar a los artistas desmitificando el arte para que venga a ser nuestro pan cotidiano. Tu invitacion a reflexionar hoy sobre el tema del arte concurre a seguir estando atento para luchar, a nivel individual, contra el empobrecimiento cultural que amenaza las futuras generaciones.
    * Arte emite tambien en Espana https://www.arte.tv/es/

  3. Veronica

    Se ama lo que se conoce…si la televisión ayudará a dar a conocer el arte, es evidente que el gran público sabría valorar, opinar y disfrutar con las artes plásticas ,cono se valora, opina y disfruta de la cocina, el fútbol o la moda aunque no seas cocinero, futbolista o diseñador de moda.

  4. Oriol Martí Ceballos

    Guillermo,
    existen varios factores para la desprotección del Arte.
    Lo primero es que hoy, en las escuelas, la asignatura ARTE es-si existe-una «María» más de las que había cuando nosotros éramos jóvenes. La educación hoy es estatalista y se enseña a los niños la estupidez. Saben, desde muy pequeños, manejar un móvil o un ordenador, pero nadie les enseña a analizar y comprender el Arte, tanto sea la pintura como la escultura, la música o la escritura. Nosotros hemos tenido la ventaja de aprenderlo en casa y llevamos el amor al Arte en nuestras venas. La mayoría no. ¿Para qué el Arte si pueden sacarse objetos tridimensionales? ¿Para qué la fotografía si todo el mundo tiene un móvil para «tirar» cientos de fotos que se pierden en el almacén de un ordenador? Se escriben miles de libros y, con suerte, van a parar a alguna estantería sin haberlos leído. La pintura es emoción, debe impactar, debe analizarse la pincelada, la estructura, el color, el espacio, la disposición…Pero la gente, en general, no está preparada para ello. Todo es tan rápido y supérfluo como la política. Una noticia tapa otra noticia. Hasta en la Guerra Civil española había Arte en aquellas fotografías plasmadas con riesgo para el fotógrafo. Un cuadro, una pintura, nos debe decir algo, olerla, como lo que hacemos los que tenemos libros antiguos o para los que no dejamos ni un palmo de pared sin cubrir. Yo, que tengo cuadros tuyos, paso minutos al día, contemplándolos. Pero es que nosotros hemos nacido con ese olor a trementina, a ver deslizarse el color, a ver una tela en blanco convertida en un paisaje, en una figura… Para los que no han tenido esa suerte, la única posibilidad es, bien aficionarse a ir a caminar por las calles que tienen galerías, entrar y contemplar, preguntar, saber quién es el artista. Pero lo principal es que para apreciar todo esto te lo han de enseñar desde niño. Muchos, con una buena enseñanza-que ahora no existe-, de mayores sabrían apreciarlo. La TV simplemente sigue las causas que la sociedad exige. Programas basura en general, que no despiertan-como tú dices-, aquello que llevamos imprimido desde hace millones de años. La arquitectura, aquellas iluminaciones de los manuscritos antiguos, la fotografía de los inicios, la pintura. Ojalá viviéramos en un mundo con más amor al arte que a las vanidades efímeras. Hay que aprender.

  5. José María Jiménez Shaw

    En mi opinión un programa de arte sería bien recibido por la audiencia y por los anunciantes en el caso de que se emitiera en una televisión comercial. Creo que la clave estaría en lo que has indicado en el artículo, no solamente darse un paseo por las galerías y museos, sino también por los talleres donde los propios artistas expliquen su obra.

    También el arte ha de ser enseñado en la escuela bajo unos criterios estéticos consensuados que ayuden a comprenderlo.

    Estoy de acuerdo que se confunde al público cuando se considera arte a cualquier cosa que desarrolla por un artista, sin ningún criterio, basado en una mal entendida libertad de expresión. Es verdad que obras que ahora no serían comprendidas hoy en día quizás lo sean dentro de unos años; pero hasta entonces no deberían mezclarse con el arte reconocido, porque en lugar de enriquecer al arte, lo empobrece porque pone en el mismo saco a obras de arte con auténticas porquerías.

    Pero cómo saber qué es arte y qué no lo es, pues si los profesionales no lo enseñan con criterio, difícil es que los medios de comunicación y por consiguiente el púbico en general lo distingan.

    A partir de ahí, concursos tipo «la Voz» o «Masterchef», para el mundo del arte, ayudaría a descubrir nuevos artistas y reconocer la importancia de profesión en la cultura de un país.

  6. Àlvar Agustí

    Ya que la tv ha dejado de ser la principal «herramienta» de divulgación de masas, supongo que otros caminos para el conocimiento de la pintura i del placer del arte por el arte, están actualmente en internet. Posiblemente los artistas unidos pueden concienciar a los medios de la necesidad de mostrar el mundo pictórico al público, incluidos los talleres donde los pintores se revuelven en su inspiración buscando el tema, la luz, el color con las pincelada, diferenciando y aumentando nuestro placer obra tras obra. Pero no olvidemos que las «redes» pueden ser más auténticas, realistas y democráticas, aunque también se distinguen por ser manipulables. Ahora con el fin de la pandemia del Covid 19 las escuelas y todo tipo de centros pueden programar nuevas salidas a museos y exposiciones, talleres. El arte siempre presente entre nosotros.

  7. Mercè Artigas

    «Salut Guillermo! Estic d’acord amb els teus arguments, sobretot pel que fa el materialisme, la superficialitat i la ignorància que dominen el món. També l’aposta descarada de les TV públiques per temes que arrosseguin masses per tal d’evitar riscos.
    Es poden destacar exemples com el «Canal 33», en el que els programes culturals no existirien sense els guanys dels programes d’esport (que sempre passen al davant, és clar). Recordeu ‘Òpera en texans’? Va ser un programa d’èxit, d’iniciació a l’òpera, que va enganxar el públic.
    En Xavier Graset al «Més 324» -que és un programa híbrid-, s’inclina pels escriptors i els llibres, mai hi he descobert un artista plàstic.
    L’Aurore parla del canal «Arte», realment fantàstic! ja existia els anys ’80 quan jo vivia a França (i segueix!). Època ‘d’Apostrophes’ (llibres) amb Bernard Pivot, altre gran èxit de públic i de durada.
    Trobo molt bo el suggeriment de JM Jiménez Shaw de subratllar i d’enfocar el taller com a lloc singular del treball de l’artista, és un pol d’interès i d’atracció magnífic, ja sigui per a un programa de TV, com per a un itinerari de visites durant un període determinat.
    I un festival de films i documentals sobre artistes, és també una idea per explorar.
    Ara per ara una conclusió: l’Art, com la Filosofia, requereix temps, serenitat i silenci (una mica), que són béns escassos i poc valorats per la societat consumista, accelerada, histèrica i sorollosa.
    Gràcies a tots per suscitar aquesta reflexió».

  8. Isabel Gutierrez

    Hola Guillermo.
    Bueno, para empezar me he leído todos los estupendos comentarios de tu artículo, que añadidos a tus lúcidas y ajustadas palabras, poco espacio me deja ya. Cada vez que veo un buen programa relacionado con el arte en general y sobre todo del panorama actual, para mí es como un premio. Los veo al menos dos veces, incluso los grabo. El último, sobre Juana de Aizpuro, me ayudó a conocer más de cerca a está considerada galerista. O un programa dedicado a Jaume Plensa, con sus interesantes reflexiones sobre su extensa obra. Siempre he soñado con un programa de televisión dedicado a los artistas, buenos programas presentando su obra y su pensamiento. Los directivos son tontos. Estoy segura de que si se promocionasen bien tendrían su público. No quiero extenderme más porque ya todo lo habéis expresado muy bien. Sigue escribiendo artículos tan interesantes que además no quedan obsoletos. Sí me dices que lo has creado en estos días, tan tranquila. Es totalmente actual.

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